Yardi Kube: A single connected platform for flexible workspace management
Yardi Kube
El año pasado, la cadena de centros de negocio Regus hizo el ridículo al decir que ellos habían inventado el cotrabajo. Resulta que el coworking surgió de una oficina de Regus – pero no de la manera que ellos quisieran creer. Brad Neuberg – el hombre que por primera vez adjuntó el término “coworking” a un espacio de trabajo compartido y colaborativo – le dijo a Deskmag que a él se le ocurrió la idea mientras trabajaba para una empresa pequeña en un centro de Regus. “Era absolutamente antisocial” dice. El coworking surgió de esa reacción negativa.
By Joel Dullroy - Jueves, 24 Mayo 2012

Brad Neuberg se sentó con Deskmag durante nuestro reciente viaje a San Francisco como parte de nuestro tour 'Coworking Space Ship'. El discutió cómo se le ocurrió el concepto y sus pensamientos sobre su desarrollo desde entonces.

El coworking inició como una reacción a las oficinas aisladas de Regus

“Estuve trabajando en una empresa pequeña y estaba descontento”, le dice Neuberg a Deskmag. “No podía comprender cómo tener libertad y comunidad a la vez… Esa empresa con la que estaba descontento estaba en una oficina rentada…y de hecho, fue en un espacio de Regus. Eso no me inspiraba de ninguna manera porque era absolutamente antisocial. Tenía un sentir muy corporativo. Esas eran solamente maneras de ahorrar costos. No había intercambio de ideas ni comunicación. Para mi, eso es solamente servicios compartidos. El coworking tiene el chispazo de una comunidad.

Neuberg discutió sus frustraciones con su coach de vida y a lo largo de sus sesiones él llegó a la idea del cotrabajo la cuál puso en acción en el 2005. Él obtuvo un contrato con un centro comunitario de mujeres llamado Spiral Muse, en el Mission District de San Francisco, para utilizar su espacio durante horas hábiles varios días a la semana. Pero la idea no se inició rápido y casi llega a su fin después de un año.

“Yo ingenuamente pensé que podría colocar un par de anuncios en Craigslist, las masas se vendrían encima y todo sería fácil. Y no lo fue. Por los primeros dos meses, nadie se apareció. Me di cuenta que necesitaba tomar un enfoque diferente. Empecé a repartir volantes, a hablar con personas, publicidad de boca en boca. Las personas empezaron a aparecer y tuvimos nuestros primeros compañeros…Yo les diría a las personas, ‘róbate esta idea, hazle unas variaciones y hazla tuya’”.

“En cierto punto, alrededor de un año en Spiral Muse, el espacio parecía muerto, creí que el coworking había llegado a su fin. Pero todas estas personas que habían tomado esta idea y le habían hecho variaciones de hecho terminaron haciendo otro espacio llamado Hat Factory”.

Neuberg, quien se describe a sí mismo como “un tipo versión uno y versión dos”, se quedo en Hat Factory por un año antes de tomar la decisión de mudarse. Siendo programador por oficio, obtuvo un trabajo en Google, donde trabajó en Google Docs y el esfuerzo del HTML5. En la actualidad, él está trabajando para una empresa nueva llamada Inkling, la cual crea libros de texto digitales interactivos.

El coworking franquiciado puede ser positivo

El aún observa cercanamente el movimiento del cotrabajo y está impresionado de ver como ha crecido el concepto. Neuberg cree que es positivo que algunos espacios de cotrabajo se estén haciendo más profesionalizados e incluso son franquiciados, siempre y cuando los espacios independientes puedan seguir existiendo.

“Ves las cafeterías y hay distintos tipos. Tienes a Starbucks, que es del tipo franquiciado y hay un grupo ecléctico de cafeterías interesantes. Me gustan las economías que dan espacio para ambos tipos. Me gusta ir a Starbucks, a veces, me gusta ir a algún cuchitril loco. Creo que ambos son geniales. Siempre y cuando ninguno trate de decir que el otro no debería de existir.”

“Las ideas van del borde al centro. Si un espacio de coworking tipo Starbucks es lo que se necesita para que el coworking tenga presencia en América, está bien, siempre y cuando los espacios de coworking raros y con ambiente artístico aún puedan seguir existiendo”.

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