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Espacios de cosewing

Madrid

Teté CaféCostura es el primer espacio con este concepto en España. Prefieren la denominación “Social Couture” y su idea es contar con un espacio en el que cualquier persona pueda aprender y perfeccionar sus habilidades, además de incluir la posibilidad de alquilar una máquina de coser o una overlock por horas. Está situado en el corazón de la capital y es un espacio tan acogedor, que es imposible no quedarse durante horas. Teté CaféCostura nació en mayo del 2011 y quiere ser un lugar de encuentro y de creación donde la costura y la moda sean un medio de comunicación no verbal, un lenguaje del cuerpo, junto con otras técnicas artesanales. Un "Social Couture" de trabajo, cariño y libertad.

Y también en Madrid acaba de inaugurarse el LabDIY, proyecto llevado a cabo por la asociación Hecho por Mí. Se trata de un espacio de 230 m2 dedicado a la creación de productos y a la organización de actividades y eventos relacionados con el DIY. Se dirige tanto a aficionados como a profesionales del diseño, y dispone de máquinas de coser y mesas de trabajo.

Berlín

No es de extrañar que los espacios más grandes y mejor equipados se encuentren en Berlín. El nivel creativo en esta ciudad es ampliamente conocido, así como el gusto y el respeto por los productos únicos y artesanales, por lo que es aquí donde hemos encontrado los mayores proyectos de cosewing a nivel mundial.

Nähinstitut abrió sus puertas en el 2011, pero su propietaria, Linda Eilers, ya contaba con una amplia experiencia en lo que a cosewing se refiere. En septiembre de 2006 ya había puesto en marcha Linkle, el primer café costura en Europa. Su idea inicial era crear una especie de “internet café", pero con máquinas de coser. Después de haber pasado algunos años impartiendo clases de costura, se dio cuenta de que hay personas que solo necesitan una máquina de coser, y no necesitan clases semanales.

Poco a poco, el café costura fue creciendo, Linda fue adquiriendo maquinaria más y más especializada, y, finalmente, en 2011 se inauguró Nähinstitut, con un tamaño tres veces superior a su predecesor y un concepto de cosewing mucho más desarrollado.

Este fantástico espacio cuenta con un taller totalmente equipado para diseñadores y modistas, maquinaria especializada, y mesas de corte y plancha. Pero no se queda solo en eso, también ofrecen interesantes talleres de todos los niveles, venden y reparan máquinas de coser y ofrecen confección a medida. Y lo mejor de todo es que, como en cualquier espacio de coworking que se precie, en Nähinstitut se ha desarrollado una comunidad de personas que se inspiran unas a otras y que convierte un taller de costura en un auténtico espacio de cosewing. 

También en Berlín encontramos Nadelwald, que se define directamente como espacio de cosewing, inaugurado hace algo más de un año. Su idea es seguir los mismos principios que el movimiento coworking, compartiendo un espacio de trabajo, ofreciendo un horario flexible y la posibilidad de usar máquinas especializadas, y sobre todo, ser un lugar para el intercambio creativo.

Han diseñado todo tipo de tarifas, por horas, días o meses, y han incorporado a su proyecto una tienda física y una tienda online para contribuir a la comercialización de los productos de los creadores de su comunidad. Y, como el resto de los espacios, ofrecen diversos talleres creativos de costura. 

Manchester, Reino Unido

Hace tres años que Sam Sterken puso en marcha Ministry of Craft, gracias a su pasión por el DIY y la costura. Al no encontrar cursos sencillos de costura en la ciudad, decidió poner ella misma en marcha el proyecto. Ministry of Craft ofrece cursos muy variados, desde costura para principiantes hasta arreglos de ropa o patronaje. Y, al igual que en el resto de los espacios, ofrece alquiler de máquinas de coser por hora, y el consejo especializado tanto de Sam como de sus colaboradoras.

Leicestershire, Reino Unido

En esta ciudad Fay y Becky crearon The Sewing Cafe, y, como en los casos anteriores, gracias a su pasión por la costura (y a no encontrar espacios para compartirla). La idea de este espacio es que la costura sea accesible para todo el mundo, desde quien nunca ha cogido una aguja hasta quien lleva años haciéndolo. Organizan talleres, sesiones de lo que llaman “social sewing” y es posible alquilar las máquinas por horas.

Sparks, Nevada (EEUU)

Sew Stitches, aunque se autodenomina “sewing cafe”, cuenta también con varios de los componentes del cosewing. Un amplio espacio donde realizar los proyectos y a los que acceder por hora, una comunidad vinculada a él y talleres que cubren varios niveles y proyectos distintos.

Lo más curioso del universo cosewing es que, incluso en los casos en los que las gestoras de estos espacios no han oído hablar del coworking, ambos movimientos cuentan con una filosofía y unos principios comunes. Compartir conocimientos, compartir espacio, trabajar con otras personas, ampliar la red de contactos o crear una comunidad, son solo el comienzo. Lo que empezó como un sencillo café en el que alquilar una máquina de coser una hora se está convirtiendo en un movimiento a nivel mundial que empieza a seguir el camino de su predecesor y que (esperemos) proporcione tantas ventajas y beneficios a los creadores como el coworking ha aportado a los freelancers.

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